martes, 14 de agosto de 2012

Comidas tipicas chilenas

                        Empanadas de pino

Originarias de la gastronomía árabe que pasó a la península hispana, las empanadas recorren casi toda las gastronomías de Latinoamérica, sin embargo en Chile es donde nace la empanada de pino o cebolla picada fina, con carne, huevo y pasas. La empanada dominguera es una tradición a la que muy pocos chilenos se resisten, menos si es de esas empanadas caldúas y chorreantes hasta el codo, acompañadas de un buen tinto del año, joven y chispeante como el pino.



                      Ensalada a la chilena

Con un par de tomatitos maduros y una cebolla mediana en corte pluma se realiza este típico plato que acompaña a las papas y la carne del asado, o bien, cuando el presupuesto escasea, esta ensalada salvadora hace que las penas se pasen y el hambre se mitigue. No se sirve en lujosos restaurantes, solamente en picadas muy concurridas, donde los parroquianos acompañan la comida con vino pipeño y generoso.




                                Humitas

La humita es uno de los platos chilenos más antiguos, aunque hay símiles en la cocina peruana y también ecuatoriana. Surgieron de la abundancia de maíz en el verano, un poco de ingenio y mucho sabor en una envase natural, utilizando las mismas hojas de la mazorca, para envolver la pulpa de maíz, cebolla, ajo y la albahaca que le da el sabor y la alegría contagiosa. La humita se servía con azúcar espolvoreada o bien, con tomate recién cortado de la mata y no sólo al almuerzo, si no que también a media tarde, con el chancho en piedra o las onces, o bien en la comida de la noche. A cualquier hora, la humita es bienvenida en las mesas de Chile central.




                        Mote con huesillos

En verano, cuando el calor de la zona central dora los campos y apura los racimos en las parras, cualquier buen chileno sabe como calmar el hambre, la sed y la calor con la preparación de duraznos secos rehidratados, trigo, agua y chancaca. El mote con huesillos se tomaba desde tiempos coloniales, helado y a media tarde. En tiempos más republicanos surgió también el Rey del Mote con Huesillos. Hoy hay muchos, pero el ancestro de esta particular realeza aún se encuentra a la salida del Club Hípico, en Santiago.




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